A la mayoría de las mujeres nos encanta estar arriba por una sencilla razón: nos hace sentir como si estamos a cargo, y el poder es siempre un afrodisíaco embriagador. Estar en la cima no se limita a un solo estilo.
Si no disfrutas de este estilo, lo más probable es que sea por una de dos razones: Puede que te sientas sobreexpuesta durante el acto, o tus piernas sean un poco cortas para llevarlo a cabo con comodidad.
La solución para esta postura para hacer el amor es fácil. Muévanse al sofá. Dile que se siente y se incline hacia atrás y colócate a horcajadas sobre él.
Esta es sin duda una de las posiciones sexuales que más disfrutaras porque te permitirá sostenerte contra el respaldo del sofá, dándote excelente palanca para montarlo hasta el orgasmo. Incluso puedes apoyarte con una mano, dejando la otra libre para juguetear con él.
Puede ser tentador sentarte y dejarlo disfrutar del paisaje, pero si deseas realmente estallar tu mundo, juguetea con sus pechos y pezones con tu lengua, estas caricias que parecen muy sencillas magnificaran su placer.